Reseña
Tercera entrega de la serie protagonizada por el profesor Loizaga, que enseña filosofía en un instituto de Bilbao, además de formar parte de un equipo de investigación policial muy sui generis.
Después de "Pisto a la bilbaína" y "Milhojas de jamón", José Francisco Alonso nos trae un "Café cortado" que comienza cuando un pene aparece en un apartamento turístico del Casco Viejo de Bilbao. Y tanto Loizaga, como su amigo Román, el oficial de la Ertzaintza, y la jueza Anne Campuzano, deben investigar lo sucedido.
No os quiero contar mucho de la novela porque es genial y tan original en este tipo de novelas que se podría crear el "género Loizaga", por sus situaciones hilarantes, el humor negro, la ironía y, sobre todo, por ese grupo de personajes que ponen en peligro sus vidas sin perder el ingenio y el buen humor.
No dejéis de lado el papel que tiene ama Loizaga, la madre del profesor, que se ha convertido en su mano derecha para meterse en la zona de peligro sin despeinarse.
Novela súper entretenida, divertida, con intriga, con una trama en la que la jueza Campuzano tendrá un papel muy importante y su relación con Loizaga está a punto de caramelo.
Por cierto, como en las anteriores novelas, el papel de la gastronomía de Bilbao, los platos riquísimos que prepara el profesor y las reuniones de los tres amigos, forman parte fundamental en la obra.
Me ha encantado, me he reído muchísimo y me ha hecho pensar y reflexionar sobre bastantes temas que se plantean en la novela. Muy recomendada su lectura.