Reseña
Cuarto tomo de esta inquietante saga de Blackwater. Y como tal, la historia de la familia Caskey se va desarrollando. El gran crack del año 1929 impacta en el pueblo de Perdido, pero gracias a las inversiones que Oscar había realizado (por recomendación de su mujer, Elinor), los habitantes del pueblo pueden seguir adelante con su vida.
La Segunda Guerra Mundial y los encargos de madera que les hacen, también ayudan a la economía de la zona.
Han pasado unos años desde la parte anterior de esta novela, y las niñas se han hecho mayores, ya son unas jovencitas, sobre todo Frances.
Es muy difícil hacer una reseña de esta obra sin adelantar acontecimientos o contar algo que no debe ser contado, por si la estáis leyendo.
Sigue gustándome esta novela, que aunque tiene un ritmo tranquilo, te engancha desde el principio. Recomendada su lectura. ¡Solo me quedan dos partes por leer!