Reseña
Novela número 31 y penúltima de la serie del Comisario Montalbano. Una obra que tiene los ingredientes necesarios para pasar unos ratos muy entretenidos con su lectura. Encontramos drama, intriga, investigación policial, suspense, humor... todo ello con la pluma tan mágica del maestro Andrea Camilleri.
En esta ocasión, el subcomisario Mimí Augello, un verdadero mujeriego, descubre un cuerpo en la oscuridad del piso inferior al que se encontraba él cuando se escapaba por la ventana huyendo del marido de su amante. La situación es hilarante, intrigante y atrapa al lector desde el principio de la trama.
El Comisario Montalbano se verá inmerso en una doble investigación policial, además de tener que intentar superar una crisis con su novia de toda la vida.
Catarella, el agente y telefonista que vuelve locos a todos los que trabajan en la Comisaría de Vigàta, sigue haciendo de las suyas con sus tremendos portazos y sus problemas con el lenguaje, creando situaciones muy divertidas.
En definitiva, una novela estupenda, muy entretenida y con un gran Montalbano llevando el timón de la trama.