Reseña
El título de esta obra de Elvira Roca ya es atrayente de por sí. Y el texto nos hace viajar en el tiempo hacia principios del siglo XVII, hacia una localidad de Navarra llamada Zugarramurdi, al norte del Valle de Baztán, casi en la frontera con Francia.
¿Qué ocurrió allí en 1609 para que el inquisidor general enviase a Alonso de Salazar a Logroño, donde estaba la sede del Santo Oficio? Parecía que no sólo se hablaba de la existencia de brujas y brujos que realizaban hechizos, o eso es lo que la gente confesaba. Lo peor es que había asesinatos, sobre todo de niños, que eran utilizados para las ceremonias de los aquelarres. Todo ello, en una época histórica en la que España y Francia estaban enfrentadas por conseguir las tierras de Navarra.
Esta obra es una novela histórica que tiene mucho de ensayo histórico. La autora trata de manera exquisita todo lo que ocurrió, los personajes históricos que presenciaron aquellos hechos y juicios. Seguro que la documentación con la que Elvira Roca ha trabajado para escribir esta estupenda novela, ha sido interesantísima. Además, la autora nos desvela la labor de un gran personaje histórico, practicante olvidado, Alonso de Salazar y Frías, sacerdote e inquisidor español licenciado en derecho canónico, cuya fama se debió principalmente a su participación en el tribunal de la Inquisición española de Logroño, que juzgó el caso de las brujas de Zugarramurdi en 1610, y que gracias a su labor, la legislación sobre brujería acabó para siempre con la persecución a las brujas en España.
La obra está muy bien ambientada históricamente, los personajes están "vivos", se describen los paisajes y las zonas y localidades por donde se mueven los personajes como si acompañasen al lector en sus pesquisas. E invita, a través de la lectura de esta historia, a conocer esas localidades navarras, los paisajes, las leyendas, las cuevas... La superstición y la magia están presentes en esta obra, que os recomiendo.