Reseña
Las novelas de Noelia Lorenzo son un valor seguro. Son de las que empiezas y no puedes dejar de leer hasta terminarlas. Solo lo dejas un rato para parpadear un poco y que no se te sequen los ojos. Y en esta, cuarta novela de la serie de la agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua, la intriga y la tensión van de la mano hasta el final, con un ritmo en el desarrollo de la trama que va incrementándose por momentos.
La historia de por sí es fenomenal, compleja y que atrapa desde el minuto uno. Unos crímenes terribles, con un "modus operandi" que indica que el asesino quiere ponérselo difícil a la unidad de investigación criminal de la Ertzaintza. Una familia que vive en una zona maravillosa (os lo digo porque conozco Punta Galea), pero que esconde sus secretos.
Todo ello conforma una novela en la que Noelia Lorenzo lleva al lector hacia la investigación junto con Eider y Jon Ander, quienes también se convierten en parte de esa trama complicada que parece que va cuesta abajo y sin frenos...
¡Impresionante, de verdad! Toda esta serie es para leerla sin falta. Noelia no solo sabe contar una historia criminal y su proceso de investigación policial. También hace que los lectores empaticemos y suframos con las situaciones personales de los protagonistas. Y otra cosa: leyendo esta novela me he enterado de la existencia de las estrellas marinas de quince puntas. No digo más. Recomendada al cien por cien su lectura.