Reseña
A los que amamos los libros, el aroma que emanan cuando los tenemos abiertos en nuestras manos es indescriptible. La lectura se convierte en un gran placer por lograr que las letras impresas en ese papel, que tiene un olor especial, se transformen en una historia, un ensayo, un cuento...
Lo que yo no tengo es el don extraordinario que tiene la joven protagonista de la novela: es capaz de leer los libros solo con el olfato. Adelina, que así se llama, vive con su tía, y en el colegio no lo está pasando bien, puesto que no es capaz de aprender las lecciones. Y, además, sus profesores están a la caza de cualquier error que pueda cometer para infligirle el correspondiente castigo.
A lo largo de la novela veremos que esa facultad que tiene Adelina, se convierte en un arma de doble filo, y hay quien se quiere aprovechar de ella. Su amiga Luisella y su padre, el notario Vergnano, la tía Amalia, el profesor Kelley y otros personajes más, conforman esta historia que atrapa al lector por su particularidad.
Es una novela entretenida, con encanto, que me ha gustado, aunque tiene sus altibajos. La trama es muy original, está llena de referencias literarias a obras clásicas, e incluso tiene como parte destacada de protagonismo el famoso manuscrito Voynich, el códice más misterioso del mundo y que todavía no se ha descifrado. La autora entremezcla algunas pinceladas históricas y momentos mágicos que hacen de su lectura un gran entretenimiento. Os la recomiendo, sobre todo a los que os gustan las novelas que tratan de libros.